Siga opinando que es gratis

Publicado en por Proyecto Sur Malvinas Argentinas

Por María Páez

El medio más económico y veloz para enterarse de los acontecimientos del país de uno, cuando se encuentra lejos, es internet. Ayer, en mi matutino recorrido por los diarios colombianos, me encontré con uno de esos foros para los lectores, que realizaba la siguiente pregunta: "¿Está de acuerdo con que Colombia le dé explicaciones a los países suramericanos por el uso de tres bases aéreas colombianas por Estados Unidos?

Al ver semejante cuestionamiento, de un orden tan exhortativo, reflexioné:
La respuesta a ese planteamiento por parte de los lectores seguramente iba a estar condicionada por la pregunta misma. El decir, la expresión "dé explicaciones" va carga  de una connotación negativa. Es decir, como si se tratáse de  un tipo que tiene que darle explicaciones a los suegros cuando decide comprar una casa. Desde ese punto de vista, patriotismo barato mediante, cualquier colombiano tipo vestiría su pecho con la bandera tricolor para decir -y esto no lo supuse, sino que lo encontré, efectivamente, en la respuesta publicada por "María"-: "Colombia es un Estado autónomo que no tiene que estar dando explicaciones relacionadas con las decisiones que toma. Es tanto como si un padre de familia tuviera que ir a consultarle al vecino lo que decide hacer o no hacer en su casa, una cosa es la integración y la globalización y otra que los paises vecinos quieran tener ingerencia en asuntos que no les corresponden".

Vaya paradoja. Los vecinos no tienen porqué inmiscuirse en decisiones que afectan certeramente la seguridad territorial de la región, pero si se trata de los Estados Unidos, la potencia más intervencionista del globo, si es válido que posean autonomía, no sólo "uso", como desinforma el medio, sobre siete, según los voceros oficiales de las Fuerzas Armadas colombianas, y no "tres", bases militares en el territorio nacional. Otro comentarista, con el alias de "precisamente por ese raciocionio es que nosotros debemos apoyar a Uribe", se atrevió a más: "así como Venezuela, Euador, Cuba, Nicaragua y todos los paisitos de la nueva cortina de acero  (sic) no se miden para albergar en sus territorios a enmigos de la libertad y la democracia...Colombia tampoco debe pensar en ellos a la hora de reforzar su democracia, que es la democracia de América..cada perro que lamba su hueso, no joda". Este último representa, a grosso modo, la opinión de la mayoría de los foristas (me tomé el trabajo de leer alrededor de 700 opiniones).

Después de semejante revelación de ignorancia y confusión, decidí ceder ante la tentación y me registré para "poder" opinar. Expresé mi preocupación frente al altísimo nivel de desinformación por parte de los lectores y respondí, con un poco de rabia, a la apelativa pregunta: "Qué tristeza me produce el ver el nivel de enajenación en el que se encuentran sumidos la mayoría de mis compatriotas. Cómo se nota el poder de los medios de comunicación al lograr demonizar en sus cabezas las presidencias latinoamericanistas de Venezuela y Ecuador. Me llama la atención que los foristas usen el término "vendepatria" para referirse al presidente Correa, por ejemplo, siendo éste un acérrimo defensor de los derechos de la clase trabajadora ecuatoriana (¿quién más sino el proletariado representa a la patria?).

Vender patria es cometer actos inconstitucionales como los que viene haciendo durante estos años el sr. Uribe (dentro de ellos la posible instalación de esas bases, una medida no contemplada en ningún artículo de la Constitución Nacional, sin previa consulta al Senado). Vender patria es entregar vía libre en nuestro territorio al imperio más temible de la historia de la humanidad, como está por hacerse con la oficialización de la presencia militar norteamericana en Colombia. Vender patria es impulsar el Tratado de Libre Comercio, que terminará de hacer zucumbir a la mediana empresa y al pequeño productor.

Respecto a la pregunta de este cipayo medio, considero que es pertinente (desde lo legal) el comunicar, por medio de una cumbre, a los vecinos países de cada acto que pueda interferir sobre el uso de bases militares con permiso de accionar internacionalmente, tal como lo harán las siete que el gobierno uribista dejó -regaló- implantar en nuestro territorio. Compatriotas: documéntense un poco, po favor, vayan más allá de lo que le dice el televisor" , y finalicé con una excelente frase que tomé prestada de un compañero de Proyecto Sur: "¡¡dejen de besar el palo con el que les van a partir la cabeza!!".

En menos de tres minutos, me había ganado a mi primer enemigo cibernético, un tal "comentarista anónimo". Me dijo que debía "salir (sic) a leer mucho más antes de hacer esos comentarios tan insulsos y faltos de criterio. Tienes derecho a opinar, pero si no sabes de las cosas o conoces tan solo un centímertro de profundidad no lo hagas. Creo debes tener a lo mucho 15 años por lo cual te lo perdonaría, pero si tienes más estas jodida... si te parece muy bueno Correa por qué no te vas a vivir a Quito y nos dejas aquí a los que nos consideramos colombianos y queremos a nuestra patria y apoyamos a nuestro presidente. ¿Cuál es el miedo (de) que los noteamericanos estén en nuestro suelo?, los que deben temer son los traficantes y los guerrilleros".

"Qué muchachote uribista", dije. Sin pensarlo comencé a responderle. Le aclaré que tengo 21 y le pedí que no se compadeciera de mí. Y le dije que sí, que estoy jodida, que así lo estamos todos los colombianos hace más de medio siglo. El conflicto interno nos tiene en esta situación. El gobierno de Uribe la ha profundizado. Le pedí que si utiliza la palabra patria, para referirse al país que preside Uribe, le agregue el calificativo de saqueada.
Finalicé diciéndole que no tengo miedo, más bien me invade el terror de pies a cabeza de sólo pensar en que Colombia se está convirtiendo, cada vez más, en el caballito de batalla de la geopolítica norteamericana en Sudamérica y veo, con tristeza, la consolidación del Plan Colombia y la insistencia incansable de Uribe por aprobar el Tratado de Libre Comercio con los gringos.

Al quedarse sin argumentos, supongo, me preguntó: "¿y usted a qué frente de las FARC pertenece?". Ya era demasiado. A mi que no me vengan con su típico cuentico de la "marea roja", del anarquismo o del comunismo, ese argumento histórico de los reaccionarios.  "Sabe qué, mijo, siga opinando, que es gratis", tiré.
 

Etiquetado en OPINIÓN

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C
Bastante controversia y trascendencia nos ha traido este temita ¿no?<br /> La verdad es que no hay que darle más vueltas al asunto sino en que están violados por cualquier lado que le podamos ver, nuestros derechos como colombianos.<br /> Gracias a esos 700 comentarios (y desafortunadamete sabemos que son más) afirmo mi sospecha que los colombianos no tenemos claro, es más es erróneo el concepto de PATRIOTISMO, la cuestión es...¿el presidente Uribe lo tiene? y si lo tuviera...¿seguirian defendiendo sus acciones y aún así votar por él en las elecciones del próximo año?<br /> <br /> DESCONCIERTO TOTAL!
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J
Excelente nota. Lamentablemente, señorita María, reaacionarios y enajenados como éstos encontramos por todos lados. Y permitame decirle, sin ánimos de ofender a ningún hermano colombiano, que el presidente Uribe encabeza la lista de los vendepratias en latinoamérica en estos momentos. Vende su soberanía al imperio del norte y se arodilla ante sus decisiones.
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